Tradicionalmente, la formación de los docentes de la educación básica en el país se realizaba a nivel de educación media, a través de las Escuelas Normales de la Secretaría de Estado de Educación bajo la Dirección General de Formación y Capacitación Docente, la cual tenía la responsabilidad de planificar los programas y proyectos a ejecutarse en materia de formación y capacitación del personal docente.
En el proceso de formulación del Plan Decenal se establecieron programas específicos tendentes a producir relevancia en el Sistema Educativo. Dentro de ese contexto se diseñaron amplios programas de profesionalización para maestros, directivos y personal técnico del sistema.
El primer programa de mejoramiento de la educación básica fue financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo BID, y con el desarrollo de dichos programas se introducía en el país un nuevo modelo en la formación de maestros de la educación básica, a nivel de educación superior, en el que incursionaron diferentes universidades del país.
El Plan Decenal de Educación motorizó todos los ámbitos de la educación dominicana; desde ahí se da inicio a muchos de los procesos que generaron las grandes transformaciones del Sistema Educativo.
Mediante la Ley General de Educación, Núm. 66-97, se crea el Instituto de Formación y Capacitación del Magisterio (INAFOCAM) como respuesta a una redimensión y valoración para elevar los estándares de calidad de la educación y, sobre todo, para contar con un organismo que coordine la oferta de formación inicial y la formación continua de los docentes que demanda el país, a nivel de grado y post-grado, ya sea con Especialización o Maestría.
El 12 de noviembre de 2012, mediante el Decreto Núm. 645-12, se establece el Reglamento Orgánico del Ministerio de Educación, el cual, en su artículo 18, reafirma la naturaleza desconcentrada del Instituto de Formación y Capacitación del Magisterio (INAFOCAM), el cual es un organismo técnico, responsable de coordinar la oferta de formación, habilitación, capacitación, actualización y perfeccionamiento del personal de educación en el ámbito nacional. También deberá participar en la formulación y redefinición de las políticas relativas al área, y proponer los perfiles de formación inicial y los programas de educación continua que amerite el sistema.