La exportación e importación en nuestro país se inicia desde los primeros años del desarrollo colonial, con el cultivo de la caña de azúcar y las explotaciones mineras. En el siglo XIX, luego de la separación de la República de Haití, se prohibe todo tipo de comercio por la Línea Fronteriza o vía marítima con el vecino país.
Para 1847, con la Ley Núm. 120, se habilitan los puertos para el comercio de exportación e importación, se fijan medidas y derechos para estas actividades y son fijados los aranceles mediante la Ley Núm. 121, del mismo año. Del cumplimiento de estas disposiciones se ocupa a la Secretaría de Estado de Hacienda, Comercio y Relaciones Exteriores.
Al correr del siglo siguiente, en 1929, se crea una oficina bajo la Secretaría de Estado de Agricultura y Comercio encargada de inspeccionar todas las carnes que serían destinadas a la exportación. Unos años más tarde se legisla para fijar los impuestos a las exportaciones de diversos productos como la madera, el azúcar, las frutas y las hortalizas.
En el año 1939 se promulga la Ley Núm. 95, Ley de Inmigración, y se aprueba su Reglamento de Aplicación Núm. 279, que crea un permiso de residencia a través de la inversión para quienes decidiesen iniciar negocios en el territorio nacional. En la década de los cuarenta se crea el cargo de Director General de Control de Importaciones y Exportaciones, que dependería del Presidente de la República; además, se crea una comisión supervisora y asesora del funcionario que debía supervisar sus actividades.
Ya para 1948 se encarga a la Secretaría de Estado de Economía Nacional el manejo de los permisos para la exportación e importación de algunos productos alimenticios. Unos años más tarde se sujeta a la expedición de un permiso de la Secretaría de Estado de Industria y Comercio, la exportación de cobre y bronce, mediante el Decreto Núm. 1288.
En 1959 es creada, con el Decreto Núm. 5888, la Junta de Importación y Exportación, organismo que pasa a depender de la Secretaría de Estado de Industria y Comercio, mediante el Decreto Núm. 8447, y junto a ésta, la coordinación de las importaciones y exportaciones del país.
Para los inicios de la década del 70 el país requería de un aumento en el ingreso de divisas a fin de satisfacer las demandas de importación de bienes y servicios esenciales, además de la necesidad de aumentar la producción de bienes exportables, lo que trae como resultado la creación del Centro Dominicano de Promoción de las Exportaciones, mediante Ley Núm. 137 del 1971, como un organismo autónomo que tendría dentro de sus funciones el incentivo a las exportaciones y la simplificación de los procedimientos administrativos en las gestiones del comercio exterior.
La misma línea de acción gubernamental que crea un organismo especializado en materia de exportación e importación, hace al legislador promulgar la Ley Núm. 16-95 de Inversión Extranjera, que iguala los derechos y obligaciones en materia de inversión de los inversionistas nacionales y extranjeros, reconociendo el crecimiento económico y desarrollo social que arroja la inversión extranjera.
Ya para el 1997 se hace necesario coordinar las estrategias de promoción de la inversión entre los sectores público y privado, y se crea la Oficina para la Promoción de la Inversión Extranjera de la República Dominicana, mediante el Decreto Núm. 109-97, de febrero de ese año.
Para el año 2003, como forma de modernizar los organismos creados con la finalidad de manejar las exportaciones e inversiones directas, además de las relaciones económicas y comerciales internacionales del país, se incorpora la Oficina de Promoción de Inversiones de la República Dominicana (OPI-RD) al Centro Dominicano de Promoción de Exportaciones (CEDOPEX), lo que se denominaría en lo adelante Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD); de acuerdo a la Ley Núm. 98-03.
El Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD) tiene dentro de sus objetivos principales, impulsar la inserción competitiva del país en los mercados internacionales de bienes y servicios, combinando el desarrollo del sector exportador con la promoción y protección de las inversiones.
Crear valor y servir para optimizar la atracción de inversión y mejorar nuestra presencia exportadora en los mercados internacionales incentivando empleos de calidad.
Ser la agencia de promoción de exportación e inversión más eficiente de la región, para una República Dominicana más competitiva, productiva y desarrollada.
El Consejo Directivo del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana estará integrado por los siguientes miembros:
El Secretario de Estado de Industria y Comercio, quien lo presidirá;
El Secretario Técnico de la Presidencia, vicepresidente;
El Secretario de Estado de Finanzas, miembro;
El Secretario de Estado de Agricultura, miembro;
El Secretario de Estado de Relaciones Exteriores, miembro;
El Presidente del Consejo Nacional de Zonas Francas (CNZF), miembro;
El Director Ejecutivo de la Corporación de Fomento Industrial, miembro:
El Director Ejecutivo del Plan Nacional de Competitividad, miembro;
El Presidente de la Asociación de Empresas de Inversión Extranjera (ASIEX), miembro;
El Presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Santo Domingo, miembro;
El Presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Santiago, miembro;
El Presidente de la Asociación Dominicana de Exportadores (ADOEXPO), miembro;
El Presidente de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), miembro;
El Presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), miembro;
El Presidente de la Confederación Dominicana de la Pequeña y Mediana Empresa (CODOPYME), miembro; y
El Presidente de la Asociación Dominicana de Zonas Francas, (ADOZONA), miembro.
Pendiente de recibir la información de parte del Organismo.